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MARINA ITURRIAGA
CAMARGO
(14 años)
Marina es hija única de la afamada actriz Pilar Camargo y de Antonio Iturriaga, un hombre de negocios de mucho mundo. Marina ha vivido siempre rodeada de lujos y en medio de una desahogada posición que es envidiada por todas sus compañeras de escuela; no obstante, lo único que sus padres no han podido brindarle es un mínimo de atención, de compañía y cariño, ya que como ambos son personas tan ocupadas, no tienen tiempo para atender las necesidades cotidianas de atención de su hija.
Por esta razón, Marina es una joven que aunque disfruta de todas las comodidades imaginables y de las actividades propias de su edad, con facilidad cae en el aislamiento provocado por la abrumadora soledad en la que vive.
Marina es la mejor amiga de Jovana. Ambas asisten al mismo colegio, que según se sabe, es el mejor y más exclusivo de la ciudad. A pesar de venir de estratos sociales tan diferentes, ambas muchachas se han identificado plenamente a través de la amistad y comparten una amistad entrañable y los sueños e ilusiones que juntas lucharán por alcanzar.
Hay un "negrito en el arroz" de Marina, y ese es su... no sabe ni cómo llamarlo; no es su hermano, ni su primo y tampoco llega a ser un hermanastro, pero es algo parecido. Se trata de Imanol, quien es hijo de Elena, la primera mujer con quien estuviera casado su padre. La madre de Imanol murió y Antonio contrajo segundas nupcias con Pilar, la madre de Marina, quedándose a cargo de Imanol, quien ni siquiera era hijo propio, pero que no
tenía más familia que la de Antonio.
Imanol es algunos años mayor que Marina, y desde que ella recuerda, cuando chiquillos, la relación con él era poco menos que un suplicio.
Simplemente ella no toleraba a esa especie de "usurpador" de la atención de sus padres, mayor que ella y absolutamente antipático que le hacía las más
abominables travesuras.
Un buen día, Imanol es enviado a estudiar al extranjero para alivio de la pequeña Marina, quien queda como única soberana de la soledad de la mansión Iturriaga-Camargo.
El más caro anhelo de Marina es obtener la atención de sus padres, misma que le será negada una y otra vez. Admira a su madre, pero le reprocha la total falta de atención en que los tiene a ella y a su padre, a quien defiende siempre, poniéndolo en un altar que Antonio no merece. |
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